La llegada del invierno trae de la mano paisajes nevados y la posibilidad de disfrutar de deportes maravillosos como el esquí, pero también grandes retos para los conductores. Conducir en la nieve requiere tomar precauciones extra para garantizar un viaje seguro. ¡Te lo contamos!
Consejos para conducir en la nieve
Revisa el coche antes de salir
Si vas a ir de viaje este invierno, hay una serie de puntos que debes revisar antes de salir.
- Neumáticos: Comprueba que los neumáticos tengan una profundidad de dibujo adecuada (mínimo 1,6 mm) y valora el uso de neumáticos de invierno, que ofrecen mejor tracción en bajas temperaturas.
- Batería: Las bajas temperaturas pueden afectar al rendimiento de la batería. Asegúrate de que esté completamente cargada y en buen estado.
- Líquidos: Comprueba los niveles de anticongelante y líquido limpiaparabrisas con propiedades anticongelantes para evitar problemas durante el trayecto.
- Cadenas para la nieve: Lleva siempre un juego de cadenas en el maletero, especialmente si vas a conducir por áreas con mucha nieve o hielo, ya que pueden ser imprescindibles en caso de emergencia.
- Luces y limpiaparabrisas: Es importante comprobar que todas las luces funcionen correctamente y que las escobillas del limpiaparabrisas estén en buen estado para mantener una buena visibilidad.
- Climatización: Revisa el sistema de climatización para mantener una temperatura óptima en el interior y evitar que se empañen los cristales, garantizando una mejor visibilidad durante el trayecto.
Señalización en zonas de la nieve según nivel de dificultad
Es útil conocer el sistema de colores utilizado para clasificar la dificultad de las condiciones de nieve en las carreteras:
- Verde: Precaución. Nieve ligera o posibilidad de nevadas.
- Amarillo: Precaución aumentada. Nieve moderada en la calzada.
- Rojo: Circulación difícil. Nieve abundante o hielo en la carretera.
- Negro: Circulación muy peligrosa. Carretera intransitable debido a nieve o hielo.
Técnicas y consejos de conducción sobre la nieve
Adoptar técnicas de conducción adecuadas para la situación es imprescindible para mantener el control del vehículo en todo momento:
- Arranca en segunda marcha: Al iniciar la marcha, hacerlo en segunda ayuda a reducir el deslizamiento de las ruedas.
- Mantén una velocidad constante: Evita aceleraciones y frenadas bruscas. Conduce a una velocidad moderada y constante.
- Aumenta la distancia de seguridad: La distancia de frenado en nieve puede ser hasta diez veces mayor que en condiciones normales, por lo que debes dejar mucho más espacio con el vehículo de delante.
- Utiliza marchas largas: Conducir en marchas altas reduce el riesgo de que las ruedas patinen.
- Evita maniobras bruscas: Realiza movimientos suaves con el volante y anticipa las curvas para evitar pérdidas de control.
- Frena con suavidad: En carreteras nevadas o heladas, presiona el freno suavemente y con antelación.
- Aprovecha el freno motor: Utilizar el freno motor en pendientes o al reducir la velocidad te ayuda a mantener el control del vehículo sin depender en exceso de los frenos, lo cual reduce el riesgo de deslizamiento.
- Evita detener el coche en pendientes: Parar en una pendiente cubierta de nieve puede hacer que el coche patine o que sea difícil arrancar nuevamente. Si necesitas detenerte, hazlo en zonas planas si es posible.
- Comprueba si tu coche tiene un “modo nieve”: Los coches más nuevos cuentan con un “modo nieve” que ajusta automáticamente la tracción y respuesta del acelerador para condiciones de baja adherencia. Actívalo si está disponible para mejorar la estabilidad.
- Evita el modo crucero: El control de crucero no es adecuado para condiciones de nieve o hielo, ya que limita tu capacidad de respuesta rápida ante cualquier cambio en la carretera.
Qué hacer si te quedas atrapado en la nieve
Si te quedas atrapado en la nieve, lo más importante es mantener la calma y seguir estos pasos para garantizar tu seguridad y la del resto de pasajeros.
En primer lugar, llama a los servicios de emergencia para informar de tu ubicación y situación, especialmente si te encuentras en una zona remota o si las condiciones meteorológicas empeoran.
Después, quédate dentro del vehículo, ya que esto te protegerá del frío extremo y te mantendrá en un lugar seguro. Encender el motor puede ayudarte a mantener el calor, pero recuerda hacerlo solo de forma intermitente y ventilar el coche periódicamente para evitar la acumulación de monóxido de carbono, especialmente si el tubo de escape está cubierto de nieve.
Es importante comprobar que el tubo de escape esté despejado de nieve o hielo, ya que una obstrucción podría provocar que los gases tóxicos entren en el habitáculo. Si cuentas con algún objeto llamativo, colócalo en un lugar visible, como, por ejemplo, las ventanas del coche. Esto puede facilitar que los equipos de rescate te localicen en caso de que la visibilidad sea reducida debido a las condiciones climáticas.
Además, conserva la batería del móvil para emergencias, evitando el uso innecesario de dispositivos electrónicos. En caso de que tengas que salir del coche por alguna razón, asegúrate de dejar una marca visible o una señal para que puedas regresar con facilidad, sobre todo en condiciones de baja visibilidad.
Consejos para conducir sobre hielo
Conducir sobre hielo es todo un desafío debido a la falta de adherencia y el riesgo de deslizamiento. El fenómeno del “hielo negro” es bastante peligroso, ya que se forma una delgada capa de hielo en la carretera que puede ser prácticamente invisible a simple vista, dando la falsa impresión de que la superficie es segura. Esta capa puede aparecer con temperaturas cercanas o justo por debajo de los 0 °C y suele encontrarse en puentes, pasos elevados y áreas con sombra, donde el sol no logra derretirla.
Si encuentras hielo en la carretera, evita maniobras bruscas, ya que cualquier movimiento repentino puede hacer que el vehículo patine o pierda el control. El uso del freno debe ser muy suave y progresivo. Reducir la velocidad antes de atravesar zonas de hielo es clave, y es recomendable mantener el volante lo más recto posible mientras pasas por estas áreas para evitar derrapes.
Además, el control de crucero no es adecuado en estas condiciones, ya que limita tu capacidad para ajustar la velocidad de forma inmediata ante un imprevisto. Usar el freno motor también puede ser una buena estrategia, especialmente en descensos, permitiendo que el coche reduzca la velocidad sin necesidad de frenar y minimizando el riesgo de deslizamiento.
Recuerda, conducir con precaución en invierno es una obligación. Además, es importante contar con un seguro de coche que cubra posibles daños meteorológicos, como la caída de nieve desde el techo de edificios o casas particulares, para estar bien protegido en esta temporada. En Allianz Direct, los seguros que ofrecen esta cobertura son el Seguro de Coche a Todo Riesgo y el a Terceros Ampliado Premium. Visita nuestro blog para más consejos y disfruta de un viaje seguro.
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